Muybridge
y la cronografía
Ya en 1861, Du Mont propone una manera
de obtener placas en rápida sucesión y usar copias en el zootropo.
No hemos podido averiguar si du Mont llevó a cabo su invento
o si sólo se trata de la patente, en cualquier caso, la exposición
de las placas no se hacía a intervalos regulares. El primer
aparato estrictamente cronofotográfico es el revólver astronómico
de Janssen, que utilizó en 1874 para registrar el único motivo
suficientemente luminoso: el tránsito de Venus frente al sol.
Sería Eadweard Muybridge, un exitoso fotógrafo inglés radicado
en San Francisco, el primero en conseguir registrar el movimiento
de seres vivos, reproducirlo e incluso proyectarlo.
Ingresa a nuestra historia debido a los trabajos de un fisiólogo
francés, Jules Marey. Este se dedicaba en 1870 a estudiar el
movimiento animal con medios mecánicos. Una de las observaciones
de Marey concluía que el caballo, tendría durante un momento
de su galope las cuatro patas en el aire. El millonario americano
Stanford, gobernador de California y fundador de la universidad
que lleva su nombre, vió en el estudio de Marey la prueba de
lo que siempre había pensado. Stanford criaba caballos de carrera
y el problema del galope de los caballos era al parecer una
vieja discusión entre los aficionados. Stanford cruzó una apuesta
de 25.000 dólares y contrató a Muybridge para dirimirla, con
ayuda de la única prueba inobjetable: la fotografía. Esto en
1872.
Era un desafío gigantesco para Muybridge, y Stanford lo apoyó
con todo su entusiasmo y su fortuna. Escogió para el experimento
su caballo favorito, "Occident", un trotador que pasaría frente
a la cámara a más de 30 Km/hr. Muybridge le hizo notar a su
cliente que el pedido estaba fuera del alcance de la fotografía
de ese entonces. El obturador más rápido que se podía comprar
no superaba el 1/2 seg y los fotógrafos de retratos de la época
seguían sujetando las cabezas de sus clientes con apoyos especiales.
Lo primero fue diseñar un obturador más rápido, para lo que
diseñó un sistema de cortinas de madera provistas de una ranura,
que pasaban rápidamente frente al lente gracias a unos elásticos,
elevó con esto la velocidad de obturación a 1/2000 de seg. Con
esta cámara intentó fotografiar al caballo, consiguiendo una
foto borrosa que pareció dar la razón a Stanford. Este quedó
convencido, pero consideró que para convencer a sus adversarios
eran necesarios resultados aún mejores. Pero los trabajos debieron
interrumpirse en 1874: el fotógrafo descubrió que el hijo que
le dió su mujer no era suyo, fué donde el amante y lo mató de
un tiro. Stanford prefirió no verse vinculado al escándalo,
pero aparentemente pagó los abogados de Muybridge, quién fue
liberado con el veredicto de "homicidio justificable". Muybridge
se dedicó a explorar con la cámara las tierras exóticas de Panamá
y Guatemala, con excelentes resultados, haciendo tiempo hasta
que se acallara el revuelo.
A su regreso, notando lo difícil que era obtener la imagen del
momento crítico del trote con una sola cámara, Stanford sugirió
a Muybridge poner varias en fila, lo que este puso en práctica
de inmediato. Alineó12 cámaras que mandó construir, las cubrió
con un techo y construyó una larga pieza oscura detrás de ellas,
desde donde manipulaba las placas.
Las fotos obtenidas hasta ese momento no eran suficientemente
nítidas, ya que la luz era poca para la lentitud de las emulsiones.
Muybridge decide hacer trotar al caballo frente a un tabique
blanco inclinado de tal manera que reflejara el máximo de luz
hacia la cámara, de esta manera se obtendría solo una silueta
del caballo, pero con la nitidez suficiente para mostar las
patas en movimiento. Tenía montada la trampa para capturar el
movimiento de "Occident", pero el recorrido completo no tomaría
más de 1/2 seg, y hacía falta una manera de disparar las cámaras,
cada una en el momento justo en que el caballo pasara frente
a ella. Muybridge decidió que el paso del carro presionara bastones
situados en el suelo y que estos fuesen activando las cámaras.
Muybridge diseñó para ello disparadores electromagnéticos, trabajando
con un ingeniero de 17 años que le sugirió la idea. Finalmente,
en 1878, Muybridge obtuvo resultados suficientemente buenos
como para que Stanford se atreviera a mostrarlos. La prensa
vió una exhibición completa, desde el trote hasta las fotos
terminadas. Quedaron impresionados. Stanford ganó además su
apuesta, ya que definitivamente había un momento de su carrera
en que el caballo levantaba simultaneamente las cuatro patas
en el aire.
En lo que respecta a la historia del cine, la importancia de
Muybridge es haber logrado la primera serie de fotografías que
descomponían el movimiento rápido.
Excitado por los resultados, Stanford autorizó nuevos experimentos.
Doblaron el número de cámaras a 24, y en 1879, se obtuvo la
excelente serie de 24 fotos que se ha hecho famosa. Pero frente
a las 24 fotos del movimiento descompuesto, la tentación de
volver a reconstruirlo era muy grande. El millonario le pidió
al fotógrafo que inventara una forma de proyectar para sus amigos
el caballo en movimiento, ofreciéndole para ello algunos juguetes
que ya conocemos: un fenakistoscopio y una linterna mágica.
Muybridge juntó las piezas, instaló en el fenakistoscopio un
disco de vidrio sobre el cual pegó transparencias del caballo.
Acopló un disco en forma de cruz de Malta que giraba frente
al de las imágenes, haciendo de obturador. En el otoño de 1879,
mientras Chile se embarcaba en la Guerra del Pacífico, Muybridge
proyectaba en una muralla de Menlo Park la primera imagen en
movimiento obtenida de la realidad. La dupla Stanford-Muybridge
fué un paso más allá, y proyectó al año siguiente la película
en el Art Asociation Hall de San Francisco, la primera proyección
pagada. Los periódicos se entusiasmaron con la idea de una nueva
forma de entretención.
El invento de Muybridge estaba muy cerca de ser cine como lo
conocemos, pero le faltaba algo. Las fotos que tomaba no registraban
el movimiento a intervalos regulares, sino a los intervalos
que determinaba el sujeto fotografiado, de manera que el tiempo
de duración de la película no coincidía con el tiempo original
de la acción. Si el caballo no hubiese hecho el recorrido esperado,
simplemente no podría haber sido filmado. Además, el punto de
vista de cada toma era distinto, no se estaba reconstruyendo
la acción desde el punto de vista de una persona, sino desde
el de una cámara que acompañara al sujeto, lo que hoy sería
un travelling, en que en cada foto, la acción tiene un punto
de vista distinto. Muybridge era capaz de filmar un caballo
a todo galope, pero paradojicamente, no era capaz de lograr
lo mismo con una simple bandera movida por el viento. El que
lograría esto sería Marey, el mismo científico cuyos experimentos
excitaron a Stanford.
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